22 mayo, 2018

Usan ovejas para rehabilitación de niños

Centro de Terapias Asistidas con Animales ayuda a menores con autismo y síndrome de down

La terapia con ovinos busca apoyar la rehabilitación de personas con discapacidades físicas y cognitivas, la cual se viene implementando en el Centro de Terapias Asistidas con Animales (CTAA), ubicado la Universidad de Chile.
 
El centro está emplazado en Mundo Granja, un recinto educativo que pertenece a esa universidad. En sus 4 hectáreas habitan además de ovejas, caballos, perros, burros, jabalíes, llamas y alpacas, entre otros. En el grupo de 20 ovinos que viven en los corrales, hay dos machos, Dante y Chamaco, y Valentina, una hembra. Ellos han sido adiestrados por cuatro profesionales, dirigidos por María José Ubilla, veterinaria, etóloga clínica y coordinadora del CTAA
 
Un entrenamiento riguroso y metódico reciben estos rumiantes, dice la profesional. La idea es que desarrollen habilidades y destrezas que sirvan para la atención, rehabilitación e integración de personas con discapacidades cognitivas múltiples (autismo, síndrome de down, entre otras) o físicas, desde los seis meses en adelante. Ubilla cuenta más detalles.
 
¿En qué consiste el entrenamiento de las ovejas?
 
Son tres sesiones de adiestramiento por semana durante 3 meses. Primero los etólogos se acercan a los ovinos para que se habitúen a su presencia, se observan mutuamente. La semana siguiente ingresan al corral y dejan que se acerquen de manera voluntaria y les dan recompensas con zanahorias o manzanas, que son como golosinas para los animales. Después, las tocan y les enseñan a familiarizarse y tolerar ciertos objetos que luego utilizarán con los niños como conos, aros, arnés y plataformas de nivel.
 
Todo esto mediante un mecanismo de refuerzo positivo, es decir, la oveja recibe una recompensa luego de responder a un comando u orden. También les enseñan a responder al llamado por su nombre, tal como lo hacen los perros. 
 
 Tres ovejas han sido adiestradas por cuatro profesionales, dirigidos por María José Ubilla, veterinaria, etóloga clínica y coordinadora del CTAA.

¿Qué pueden hacer los niños con ellas?
 
Al trabajar con un animal, sea oveja, perro o caballo, pueden motivar a que el niño realice una actividad a la que no ha respondido positivamente o no está familiarizado. Pueden guiarlas en un paseo con arnés para mejorar la postura y marcha, por ejemplo. O cepillarlas para controlar el motor de un brazo. Subir con ellas a una plataforma, para mejorar el equilibrio. O abrazarlas para generar un vínculo afectivo, por ejemplo, en pacientes autistas que muchas veces no desarrollan contacto táctil con su familia o sus pares.
 
Katherina Arancibia, encargada del CTAA, explica que las ovejas poseen características positivas para este tipo de terapias. “La oveja es un animal intermedio para comenzar con niños que temen a otros animales como perros o caballos. Son una especie cercana, pasiva y sociable. Favorecen mucho la interacción, la conexión con el entorno y la creación de vínculos afectivos. Esto lo avala numerosa bibliografía. Además, su lana tiene beneficios a nivel sensorial, por medio del tacto”.
 
Ubilla agrega que estos ovinos “tienen patrones conductuales que permiten interpretar cuando algo les gusta o no, por las expresiones corporales o faciales que exteriorizan. Son animales súper inteligentes y poco agresivos”. 

 Los beneficios de las terapias asistidas con animales son múltiples, desde aspectos musculares hasta la mejoría en las relaciones afectivas y emocionales con el entorno.

En el 2017 el CTAA facilitó la terapia integral además de ovejas, con caballos y perros, de forma gratuita, a doce niños con discapacidades cognitivas, gracias a un fondo interno de la Universidad de Chile. Actualmente, trabajan con otros 15 niños, gracias al financiamiento de la Fundación Descúbreme.

Fuente:http://www.uchile.cl

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